sábado, 27 de febrero de 2010

FIGURACIONES

FIGURACIONES. De izquierda a derecha:
Fernando Huici, Jaime Aledo, Gillermo Pérez Villalta y Carlos Franco
Foto: R.G.D.

Madrid, 19:00 h. 24-01-2007. Sala Alcalá 31 (C/Alcalá)

Dentro del ciclo de conferencias sobre Artes Plásticas de la Movida, patrocinada entre otros, por la Comunidad de Madrid, va a dar comienzo la dedicada a la "Figuración", que quiere hacer referencia a la generación de pintores conocida como Nueva Figuración Madrileña. En el programa se anuncia la participación de Guillermo Pérez Villalta, Carlos Franco, Manolo Quejido, Chema Cobo y Jaime Aledo. Al final en la mesa, sólo tres de los anunciados (Guillermo, Carlos y Jaime), y sentado junto a ellos, el moderador de todo el ciclo: Fernando Huici.
Como admirador de la obra de Guillermo Pérez Villalta, acudo a dicha conferencia para conocer algún retazo autobiográfico, ésta vez de primera mano, que me ayude a componer su biografía y así a comprender mejor su obra...
Llego pronto al encuentro por si acaso, que ya se sabe que en Madrid todo son colas. Sin embargo, esta vez no hay demasiado aforo, por lo visto somos muy pocos los interesados en estos "figurativos". Para rematar, la mitad son de la casa: el que pone el micro, el que viene acompañando a..., las antiguas amigas de... Como no hay bien que por mal no venga; me instalo cómodamente en un sitio céntrico de la sala, prepara mi bolígrafo y mis papeles y aprovecho para sacar también mi cámara a la espera de la llegada de los invitados.

Entran los tertulianos, vestidos todos de una manera muy informal. Villalta, además de su tradicional barba y su ¿lunar? característico en el pómulo, lleva: pantalón vaquero, chaqueta de cuero -bajo un abrigo que se quita al entrar-, corbata y camisa azul estampada, una basta correa y cómo no, sus gafas. Le oigo comentar todavía entre bambalinas que le hubiera gustado llegar antes para ver la exposición, no en vano su aportación tenía un gran peso en la exhibición y no en vano su cuadro "Escena, personajes a la salida de un concierto de Rock" (1979) preside el evento. Lo que seguramente no sabe es que de la exposición ya no quedan más que los restos de la tramoya esparcidos por los suelos ya que caducó el 21 de Enero.

Comienza el evento. Lo primero las presentaciones de Huici, el crítico de arte, que recordemos, era aquel chico esbelto con chaleco sobre camisa de manga larga, que aparecía sujetando un cuaderno en el extremo derecho del famoso cuadro de Villalta "Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro" (1975). Huici remarca algunos apuntes sobre ésta ya mal llamada Nueva Figuración Madrileña. Fueron características comunes su posición frente a la vanguardia -vanguardias- establecida, se considera su modelo -más que maestro- a Luis Gordillo, de hecho se llegó a hablar de "gordillismo" si bien el propio Gordillo, que recordemos es el personaje justo a la izquierda del todo en el anteriormente citado cuadro de Guillermo, ha tratado más de una vez de desvincularse de estos pintores. Tomaron nuevos referentes: pintores como Lucian Freud o Alex Katz que por entonces apenas había expuesto en Europa, Manierismo en el caso de Villalta.
Presentaciones: los figurativos más gordillistas son Carlos Franco -presente- y Carlos Alcolea (+1992) . Carlos Franco se interesa en sus principios por la magia, el ilusionismo. Por otro lado estuvieron Guillermo Pérez Villalta -presente en el centro- y Rafael Pérez Mínguez (+ 1999). Por último Jaime Aledo -a su lado-, junto con Chema Cobo rayaron la frontera de lo figurativo y lo abstracto. Es curioso, como gaditano que es uno por adopción, constatar que al menos tres de los artistas citados -Gillermo, Carlos Alcolea y Chema Cobo- tuvieron que ver con Cádiz. Recordamos que Guillermo y Chema son de Tarifa y Carlos vivió allí durante algún tiempo. Si a esto añadimos a las Costus... Queda un tema para debatir otro día: la Nueva Figuración Gaditana.

Y sin más dilación, toma la palabra Guillermo Pérez Villalta, para hablarnos de sí mismo y de su propia experiencia... nada nos agrada más, era lo que estábamos esperando. Así pues, en pocos minutos el pintor nos facilita mucha información. Nos sorprendió saber que en sus inicios hizo pintura con raíces metafísicas y surrealistas, teniendo en mente a artistas como De Chirico o el propio Dalí. Más todavía nos asombra que también cultivara una pintura geométrica (inspirada entre otros en Frank Stella), a la vez simbolista, y que no fue hasta allá por los finales de los sesenta y principios de los setenta que se produjo un cambio en su obra y paralelamente en su persona. Dicho cambio vino propiciado por sus viajes al extranjero y su contacto con las drogas. Hasta entonces, el pintor había creído ciegamente en las vanguardias, pero en esos años le dio un vuelco a su pensamiento:
  1. ¿Por qué el artista -creador- tenía que renunciar a toda la memoria que va más atrás de "Las señoritas de Avignon"? Él veía muchas obras en los museos que le gustaban mucho.
  2. ¿Por qué el artista tenía que renunciar a perder la emoción? Si con un lienzo y un pincel, si con un simple lápiz y un papel él podía expresar todo lo que quisiera,
  3. ¿por qué había que utilizar cachivaches?
"Estamos hasta la coronilla" -decía textualmente el pintor en un arranque, si no de ira, al menos sí de protesta-, "de que nos digan lo que tenemos que hacer. ¿Por qué si yo pasaba las vacaciones en Málaga no iba a poder incluir en mis pinturas lugares de la ciudad?
Para Villalta la ortodoxia actual sigue siendo la misma que la que él abandonó a finales de los sesenta, sólo que ahora además tiene el poder en sus manos -museos, exposiciones, etc.-

Toma ahora la palabra Carlos Franco, lleva jersey de pico verde y titubea confirmando que con todo lo que se ha hablado ya de la Movida y de la Nueva Figuración, él lo que tiene es un lío. Confirma su relación con Luis Gordillo. Recordemos de nuevo el cuadro de Villalta y cómo en él Carlos Franco, con pelo largo y bigote, tiene su mirada puesta en el sevillano; pero también de otros como pueda ser el más olvidado José Luis Alexanco. Confirma también que el conflicto entre lo figurativo y lo abstracto no es nuevo y cita como ejemplo la controversia entre el Abad Suger y San Bernardo... La suntuosidad, el simbolismo, frente a la sencillez y la abstracción; lo figurativo frente a lo geométrico.

El último invitado toma la palabra. Jaime Aledo da una versión más académica -teórica- del movimiento. Observa el cambio estético del momento y un "aire" familiar en varios artistas, pudiéndose hablar de un "arte cerebral y erótico" copiando palabras, al parecer, de Luis Gordillo.
Divide el movimiento en varias etapas temporales: un primer momento hasta el año 75, con Carlos Alcolea, Carlos Franco, Guillermo Pérez Villalta, Rafael Pérez Mínguez y Herminio Molero entre otros; una segunda etapa con Carlos Forns, Carlos Durán y Sigfrido Martín Begué; por último, a partir de los 80 un desarrollo personal de los anteriores que lleva a cada artista por caminos diferentes.
Todos comparten el gusto por el dibujo y un "pluriestilismo", un afán por recuperar la pintura que les lleva hasta el Renacimiento. La pintura se plantea como una cuestión del pensamiento. Los artistas son teóricos de la pintura y sus cuadros son minuciosamente proyectados y en gran medida difíciles de ver.

Acabadas todas estas presentaciones se estableció una pequeña ronda de tertulia entre los invitados. En ella Fernando Huici comentó las conocidas referencias a la arquitectura, a la "Complejidad y Contradicción" posmodernista de Venturi en la obra de Villalta, y recordó que en aquellos apenas dos galerías -Amadís y Buades (pasado ya el primer tercio de los 70)- aglutinaban a los pintores de esta tendencia.
Carlos Franco aprovechó para dar también algunos datos autobiográficos. Comenzó a pintar a los quince o dieciseis años. Conoció a Luis Gordillo cuando estudiaba Filosofía y Letras y todavía no había decidido dedicarse profesionalmente a la pintura. Se encuentra entonces en un periodo que define como de "angustia vital", y en el que estudia el psicoanálisis. Definió la pintura como un sueño: "En un sueño puedes matar a tu padre, igual ocurre en la pintura".
Por aquellos años, recuerda, por primera vez había abundancia de libros, pero no se podía todavía hacer aquí el Pop que triunfaba en otros paises, simplemente por una cuestión económica.
De Luis Gordillo comenzaron por atraerle sus dibujos: "Los dibujos de Luis me daban a pensar que detrás había algo". Posteriormente le gustó su particular surrealismo "automático": "dejar que las manchas formen imágenes". También estuvo influenciado por el mundo del cómic: "discutíamos cual de los dibujantes del hombre enmascarado era mejor".
Dos eran las opciones para un artista en aquellos años, agruparse al movimiento abstracto -vanguardista- o estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Él probó la segunda opción, pero cuando el profesor le advirtió que para que "una de las piernas no quedara desproporcionada engordara la otra", decidió dejar aquello y formarse por su cuenta.

Guillermo Pérez Villalta tomó de nuevo la palabra para afirmar que su generación es post-Pop. Guillermo era algo más joven que los Beatles, pero esa fue su cultura. Él no tuvo que leer sobre Pop, porque el convivía con el Pop. El no quería ser intelectual, los intelectuales de entonces eran un "peñazo". Le horrorizaban las panas, los ejercicios espirituales y todo aquello de la intelectualidad de la época. Ellos no estudiaban, no eran sesudos, simplemente le gustaba lo que hacían. Cuando escuchaba música psicodélica se enteraba del mensaje, al contrario de lo que le ocurría a la generación anterior. Recordó cómo un amigo suyo con sólo dos años menos de edad le reprendía al haberse comprado un disco de los Beatles diciéndole que en lo que debía invertir su dinero era en los Shadows, que eran realmente los buenos.
Había un salto cultural, la curiosa anécdota protagonizada por el Villalta estudiante de arquitectura y el afamado arquitecto, profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid, Javier Carvajal es buena prueba de ello. Al parecer, el profesor, corrigiendo uno de sus proyectos comenzó a gritar exaltado "¡Qué es esto! ¡Qué es esto!" A lo cual el ahora pintor respondió "Ni ha escuchado a Jimi Hendrix, ni se ha tomado un ácido. Para que le voy a contar a usted nada, si le tengo que contar todo..."

Por último alguna cuestión del público, entre ellas una sobre la justicia de la historia con la pintura de la Movida, concretamente con exposiciones como "Madrid, 1980" y "Madrid D.F."
En respuesta de Guillermo aquello les perjudicó más de lo que les ayudo. Los cuadros de la figuración fueron perjudicados -desde aquella Guillermo Pérez Villalta y Juan Bonet no se han hablado mucho-. A pesar del éxito de ventas, todavía no hay un éxito paralelo en Museos y exposiciones, como ejemplo ARCO, donde existe una gran filtración de las obras con el atenuante de que si no expones allí no existes como artista. La vanguardia es ahora la nueva Academia, la que dirige los museos más importantes -MOMA, las revistas, esa cosa de León...-
Fernando Huici se suma al debate concluyendo afirmando que a alguna gente le produce sarpullido no estar a la moda, les da muchísimo miedo. Termina la conferencia con un ¿por qué llamar pintura a algo que no es pintura? de Carlos Franco.


sábado, 13 de febrero de 2010

De vuelta con Carlos


Para leer este post deberías escuchar: Indicios de arrepentimiento de, por supuesto, Carlos Berlanga.

¡Ay Carlos! Mi Carlos...

Madrid. Exposición en el complejo madrileño El Águila (Ramirez de Prado, 3). Se conmemoran los 50 años desde que Carlos, nuestro maravilloso Carlos Berlanga viniera a este mundo aciago en la Villa de Madrid (11 agosto 2009) .
Merecido este Viaje alrededor de Carlos Berlanga. Todavía nos quedan ganas de viajar en esta época crísica en la que estamos envueltos. Merecida esta nueva exposición organizada por la Comunidad de Madrid y por la Mostra de Cine de Valencia.
Estábamos deseosos de volver a deleitarnos con la obra de Carlos Berlanga, el más renacentista de los artistas del ochentachento madrileño. Compositor y cantante con los Kaka de Luxe, los Pegamoides,  Dinarama y finalmente en solitario; excelente ilustrador, pintor con una capacidad inusitada para reinterpretar a las vanguardias y a las estrellas pop del momeno. Gran artista en fin... De casta le viene al galgo.

La exposición, que se centra principalmente en la faceta de pintor del artista está conformada por un centenar de obras originales, incluyendo varias muestras de ediciones de obra gráfica y una selección de fotografías. Para nostalgicos...

Mua.

domingo, 31 de enero de 2010

Recuerdos de los ochenta

Para la chica de los coros de "Sin aliento" (Danza Invisible), por sus "uueeoo":


Pongo mil veces esa canción
sólo para escucharte.
Y es que tu voz me sabe a eco,
a poco,
a pozo,
a zumo de silencios
y a día de lluvia.

Pongo mil veces esa canción
sólo para escucharte.
Y es que tu voz me sabe a noche,
a carmín,
a ojo,
a rumor de amantes
a incienso y falda.

Suena esa canción
y ya imagino
que vuelo hasta el país flotante
que voy envuelto en olas
que son tus labios.
Que eres sirena
y que para mí sólo cantas
y que a mí,
sólo a mí,
me envenenas.


Elías Bellido (2007)

La Movida visita Cádiz


Agosto, verano de 2007, hace calor y el ambiente es húmedo. Paseo por Cádiz, la ciudad que me vio crecer y a la que me gusta volver en mis días de descanso. Camino por la avenida, a la altura del hospital, para que los gaditanos me entiendan. Son las seis de la tarde, aproximadamente. La playa organiza la vida de los gaditanos: unos van a ella; otros vuelven; unos trabajan en ella; otros sólo pasean a su lado; algunos incluso huyen de su rigor, lo cual en Cádiz es bastante complicado porque el mar baña todo su perímetro de sartén.
Pese a mi estado vegetativo, no tengo más remedio que extrañarme al toparme con la publicidad con la que el Ayuntamiento de la Tacita de plata ha cubierto su pequeña geografía. No hay parada de autobús que se salve, no hay manera de evitarlas... Son las pinturas de las Costus, la saga del Valle de los Caídos que adornan la avenida, el paseo, las Puertas de Tierra, el centro...
Como seguidor de la Movida que soy y de los pintores gaditanos en particular-que no son pocos (Pérez Villalta, Chema Cobo o las mismas Costus son ejemplo de ello)- no me queda otra que llegarme hasta la Caleta, pese a mi sopor y tendencia a la horizontalidad en esta época del año. Asi que me dirijo hacia la Caleta, esa playa deliciosa de la ciudad más antigua de occidente que trata ahora tímidamente de abrir sus puertas al turismo; allá donde Felipe II decidió poner un castillo defensivo -el de Santa Catalina- harto de los saqueos de los ingleses; donde Tejero, pagó condena por su 23-F; junto a la playa donde todavía se puede disfrutar de la visión de los barquitos sobre la estela dorada de la luz y de las marías de la Viña jugando al bingo con un mini-bombo y garbanzos; allí, en este marco digno de las Costus, es donde cuelgan ahora su Cristo de la Misericordia, su San Rafael o su San Miguel.
Las Costus, Enrique Naya (Cádiz 1953-Badalona 1989) y Juan Carrero (Palma de Mallorca 1955-Sitges 1989), gaditano de nacimiento el primero y de adopción el segundo, fueron dos de las figuras principales de la Movida madrileña. Juan y Enrique se conocieron en Cádiz, durante el curso 74-75, en la Escuela de Artes y Oficios, no volviéndose a separar desde entonces. En 1977 se trasladaron a Madrid para finalizar su carrera, allí reformarán y harán un estudio-vivienda en la calle de la Palma 14, que se convertirá en lugar obligado de paso para los personajes de la Movida -Tino Casal, Fabio McNamara, Alaska, Almodovar, Pablo Pérez Mínguez, etc.-
El Valle de los Caídos, es una serie de cuadros que las Costus inician allá por el año 79 y que ha sido recientemente adquirida por el Ayuntamiento gaditano con el fin de incluirla en su futuro Museo de Arte Contemporáneo. Se trata, en palabras de Enrique, de un "homenaje a Madrid, ciudad en la que no solo nos independizamos y conseguimos vivir, de nuestro trabajo, sino también fuimos comprendidos y nos hicimos con un buen grupo de amigos, cosa que en en nuestra ciudad de origen hubiera sido imposible". El monumento franquista les pareció a las Costus ajustado "como anillo al dedo" por lo que decidieron dedicarle su pintura. No en vano un tío de Juan, Luis Sanguino, había trabajado algunos grupos de esculturas del Valle y ellos habían visitado el lugar siendo niños.
La idea era realizar una serie de pinturas de gran formato basándose en la imaginería del monumento de los Caídos e imitando a los artistas de la imaginería barroca que tomaban los modelos para sus obras de gente de su entorno -amigos, vecinos, familiares, conocidos-, en definitiva de contemporáneos a los que vestían también siguiendo los cánones de la época. Los Cristos, Vírgenes y Santos de las Costus serán ellos mismos, amigos del grupo, muchas veces protagonistas de la Movida o clientes. Así Tino Casal hace de caudillo, Alaska de Virgen en la Piedad, Bibí Andersen de patrona de la Marina, Paz Muro aparece como Prudencia, Ana Curra como Templanza...
Curioso, paseo por la exposición mientras las luces se encienden y apagan para poder observar en la oscuridad las fluorescencias de las pinturas de las Costus. Me causa placer poder contemplar la sala prácticamente en la intimidad... Esto en Madrid sería algo casi impensable.
Como de costumbre, en la serie Juan pintó los fondos y Enrique las figuras. Como herramienta para realizar las pinturas se utilizaron fotografías con Pablo Pérez Mínguez, y no es casualidad, suponemos, que en otro lugar del centro de la ciudad, en el edificio de la Diputación Provincial, junto a la plaza de España y el conocido monumento a la Constitución de Cádiz de 1812 "la Pepa", se encuentre la exposición "Pablo Pérez Mínguez. Mi vida fotográfica 1967-2007". Esta exposición sobre los cuarenta años de trabajo de este fotógrafo madrileño es consecuencia de su paso por la ciudad para recoger el galardón como Premio Nacional de Fotografía 2006, premio que se entregó también en la Diputación gaditana.
El recorrido artístico de Pablo Pérez Mínguez es mayor que el de las Costus. Las vidas de Juan y Enrique se truncaron pronto, en el año 89, Enrique murió víctima del sida y Juan se quitó la vida apenas un mes después. Pablo Pérez Mínguez, amigo y colaborador de las Costus, a sus sesenta y un años continua trabajando y contribuyendo con sus fotografías en importantes revistas y periódicos, haciendo portadas de discos, retratos, en fin, haciendo honor a su sentencia "divertirse es un arte".
¡Oh pereza! Sólo causa de perjuicio eres para el hombre: decido dedicar otra de mis tardes veraniegas -que se van agotando- a recorrer la exposición del fotógrafo. Como veis no me falta paciencia y gracias a eso pude disfrutar de las obras colgadas en las galerías de la Diputación: allí estaban los famosos fotoporos; muchos recuerdos de las primera época de Almodovar -"Laberinto de pasiones" se rodó en el estudio que Pablo Pérez Minguez tiene en la calle Monte Esquinza-; carteles, entradas y portadas de grupos de la Movida -Radio Futura, Parálisis Permantente- o de otros más insospechados -Joaquín Sabina (Física y Química), Alejandro Sanz (Alejandro Magno) , Rocío Jurado, Azúcar Moreno o Luis Miguel-; curiosas fotos de Alaska, de McNamara, de los Costus, hasta de Alejandro Sanz y Rocío Jurado para quien también trabajó el artista; algunas de las fotos origen de los cuadros de los Costus y algunas portadas de revistas.

En fin, un movido verano en Cádiz.

Mi Movida


Yo tenía una novia que nunca tocó en un conjunto beat...
Una chica bonita,
una chica realmente bonita,
como de porcelana.
Una tarde,
sentados en una jardinera
nos regalamos nuestros primeros besos,
a escasos metros del océano.

Bailando...
En una discoteca canalla se fueron mis tardías salidas,
de fin de semana.

Los amigos de mis amigas son mis amigos...
Aunque cada vez tengo menos amigos,
aunque ya casi no tengo amigos,
aunque creo que no he tratado como se merecían
a mis amigos.

Perdido en mi habitación...
Me invaden los recuerdos
y mi corazón se hincha, como un globo,
y mientras escribo,
se escapan rodando las horas.

La bola de cristal...
Me ha dicho que ya no volverán aquellas mañanas de sábado.

Hace falta valor, hace falta valor...
Para vivir
hace falta mucho valor.